Lijadoras.
Hay dos tipos básicos de lijadoras, las orbitales y las de vaivén. Es fácil distinguirlas, las primeras dan vueltas y las segundas vibran. Para lijar piezas planas son mejores las de vaivén, las orbitales permiten trabajar superficies más complicadas, pero es más fácil pasarse si no ponemos cuidado.
Otra diferencia es el tipo de energía que usan: pueden ser eléctricas o neumáticas (por aire comprimido) éstas últimas
son más seguras en ambientes con gasolina o disolventes como los de la pintura. Ojo con ello, las chispas de una lijadora o taladro eléctrico pueden provocar un incendio si hay disolvente cerca o evaporado en el aire.
Si el carenado está dañado y lo queremos reparar también hará falta una lijadora, lijas, cubos para el agua, trapos para limpiar las piezas y todo lo que se detalla en al artículo de reparación de fibras o de reparación de plásticos.
