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Notas sobre pistolas.

 

Hay muchos tipos de pistolas de pintura.

 Se podrían clasificar por la posición del depósito (encima o de gravedad,  debajo o de succión, etc.), por el tipo de boquilla, por su tamaño, etc.

 

Para pintar piezas pequeñas como las de una moto, las mejores son las conocidas como "de retoque".

 

Son más pequeñas que las usadas para pintar coches, gastan menos aire y pintura y además son más ligeras y manejables.

 

Para pintar se puede usar cualquier pistola con un mínimo de calidad, pero es conveniente no escatimar en medios si queremos que el resultado sea óptimo.

 

 

 

 

 

 

Debido a las recientes normativas medioambientales que regulan las instalaciones de pintura, las pistolas también han evolucionado bastante en los últimos años.

 

Al principio las pistolas trabajaban con una elevada presión de aire (de 3 a 4 Kg. de presión) y el acabado era muy bueno, pero a costa de generar mucha nube pintura en el aire por la propia pulverización, y al rebotar la pintura en la pieza que pintamos.

 

 

Hace unos años aparecieron las pistolas tipo HVLP (High Velocity Low Pressure, Alta velocidad baja presión) en las que se rebajaba la presión de entrada hasta los 2 Kg. y se evitaba en parte el temido efecto rebote.

Estas pistolas ahorran pintura al transferir más cantidad a la pieza y perder menos en el rebote y la nube de pintura habitual al pintar, pero a costa de pulverizar con una gota más gruesa, lo que perjudica algo el acaabado.

 

Esto último ha sido solucionado en buena parte con las pistolas nueva generación llamadas Trans-Tech o híbridas, donde se aumenta un poco la presión con respecto a las HVLP, pero manteniendo la economía de pintura y las ventajas de estas.

Actualmente la tendencia es utilizar pistolas HVLP para el pintado con pinturas al agua y pistolas Trans-Tech o híbridas para el pintado con pinturas al disolvente o para el barnizado.

 

 

 

 

 

 

La parte más importante de una pistola de pintura es el cabezal de aire. Es la pieza en donde se mezclan aire y pintura y del tamaño y del diseño de ésta pieza depende el consumo de pintura y la calidad del pintado, puesto que de ella depende que la pintura se mezcle bien con el aire y llegue hasta la pieza que estamos pintando. Es quizás la diferencia clave entre una pistola barata y una buena.

 

De la forma, número y tamaño de sus orificios dependerá el volumen y la velocidad del aire que pasa a través de ellos, y por tanto si la pistola se clasifica como convencional, HVLP o Trans Tech (híbrida).

 

 

 

Otra pieza fundamental es el conjunto pico/aguja. Este conjunto actúa de válvula de paso y dosificación de la pintura y trabaja por el efecto vénturi que crea el aire que viene del interior de la pistola y pasa rodeando el extremo del pico para acabar saliendo por el cabezal.

 

Este aire pulveriza y transporta la pintura desde la pistola hasta la pieza a pintar, y según apretemos más o menos el gatillo de la pistola abriremos o cerraremos el paso de pintura, pudiendo así pintar con más o menos cantidad de pintura.

 

Pico de fluido.

 

 

 Aguja.

 

 

 

La aguja que se ve en las fotos encaja de forma perfecta en el interior del pico tapando el orificio central. Al apretar el gatillo desplazamos la aguja hacia atrás permitiendo que pase pintura por el hueco que queda entra las dos piezas y esta pintura es arrastrada por el caudal de aire como se puede ver en la ilustración de la izquierda.

 

 

 

 

Vista en sección de un pico de fluido con su cabezal de aire montado.

Se aprecia claramente el orificio donde encaja la aguja.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Truco:

Las pistolas de pintura se clasifican por el tamaño del pico de fluido. Según la pintura que vayamos a utilizar, usaremos una pistola con un pico más rgande o más pequeño.

Pintura al agua: Paso 1.2 mm o 1.3 mm. Recomendable HVLP o híbrida.

Pintura al disolvente: Paso 1.2 o 1.3 mm. Recomendable híbrida.

Barniz: Paso 1.2 mm o 1.3 mm, no recomendable HVLP.

Imprimaciones: Paso 1,6 a 1.8 mm. Recomendable híbrida o HVLP

Aparejos de alto espesor: Paso 2.0 o 2.5 mm.

 

 

Normalmente las pistolas tienen dos posiciones: Si presionamos un poco el gatillo solo saldrá aire, y llegado un punto notaremos que se vuelve un poco más duro, al seguir apretando empezará a salir pintura.

 

 En la parte posterior hay una rosca que sirve de regulador de pintura, cuanto más apretada esté, menos pintura saldrá. Esta rosca lo único que hace es limitar el desplazamiento de la aguja evitando así que por un error dejemos pasar demasiada pintura y provoquemos un descuelgue.

 

Vista en despiece de una pistola de pintura.

 

En la foto superior se aprecia claramente la aguja que desplazamos hacia atrás al presionar el gatillo.

 

 

 

Si la pistola tiene una mínima calidad, normalmente tendrá otro regulador para variar la forma del chorro de pintura  como vemos en la ilustración superior, donde también se aprecia el muelle que hace que la aguja vuelva a su posición cuando soltamos el gatillo.

 

Este regulador permite variar la forma del chorro de pintura desde uno redondo hasta otro alargado (en abanico) como el que podemos ver a la derecha y en el esquema inferior.

 

Esto sirve para pintar superficies amplias sin que se noten las pasadas como ocurriría con un chorro redondo.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 Diferentes formas del chorro de pintura.

 

 

A veces encontramos un tercer regulador para dar más o menos paso de aire. Suele estar colocado en la parte inferior de la pistola, justo donde la entrada de aire. Esto es más habitual en pistolas de gama alta, pero lo ideal para evitar trabajar a una presión incorrecta es usar un regulador de aire a la entrada de la pistola. De esta forma sabremos exactamente a que presión trabajamos.

 

En la foto de la izquierda se aprecia este regulador y el racor de entrada de aire donde es conveniente montar un regulador con indicador de presión.

 

Algunas pistolas lo llevan integrado, pero puede ser un inconveniente si se estropea. Es preferible un elemento separado.

 

En la misma foto se aprecian algunas de las juntas de nylon que tiene una pistola de pintura. Suelen ser junto con el conjunto pico-aguja las piezas que mayor mantenimiento requieren.

 

 

Una pistola de pintura puede ser eterna, pero ello dependerá del mantenimiento y del buen uso que se le haya dado. Golpes, uso de herramientas no adecuadas y sobre todo falta de limpieza son los mayores enemigos de una pistola.

 

  Consejos de utilización.