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Fiat 124 Spider 2.000

Tras más de dos años de búsqueda y de revisar varias unidades en las que no cuadraba el precio o el estado del coche, por fin apareció esta joya de color negro. Este Spider es una unidad americana (California) como lo delatan las luces laterales de posición y hasta que fueron sustituidos por los europeos, los grandes parachoques.

Ha sido restaurado casi desde cero, dejando la chapa al aire y reparando las zonas donde el óxido había comenzado a hacer mella. Ahora recién pintado, luce mejor que el primer día.


Al eliminar los parachoques, se pierde parte de la originalidad del modelo, pero con ella se van más de 40 Kg. de acero del bueno, que además, al estar situados muy lejos del centro de gravedad, hace que el coche sea mucho más ágil sin ellos. Al final y por exigencias de la ITV, hubo que montar el parachoques del modelo europeo. El trasero se ha montado procedente de un Fiat 125 berlina, ya que el europeo del 124 Spider es partido y las luces de posición de este modelo están adaptadas al parachoques completo.
Tras un repaso a fondo de la mecánica, cambiando todos los elementos de desgaste como correas y aceites, el motor gira redondo y aguantó de perlas el primer viaje de casi 1.000 Km. Sí se notaba la falta de uso, y poco a poco va bajando el nivel de ruido y sobre todo el consumo, superior en un principio a 10 litros y más cercano ya a los 8, algo más acorde con el motor 2.000 c.c. inyección que monta. Aprovechando que algunas piezas estaban desmontadas, se pintó la tapa de la correa, las tapas de balancines y todas las piezas metálicas que tenían algún comienzo de óxido. Un motor tan bonito hay que cuidarlo.

La versión inyección de este modelo tiene claramente menos mala leche que la de carburadores, sobre todo el 1.600 o 1.800 de doble carburación, pero a cambio proporciona una marcha muy suave y una respuesta muy a la americana, con un par motor enorme y una gran elasticidad. A ello hay que sumarle una caja de cambios de 5 marchas muy suave de accionamiento y con una 5º ultracorta que es una gozada para adelantar, pero que si fuese más larga ayudaría mucho a reducir aún más los consumos y los ruidos de rodadura. Esta unidad en concreto lleva una línea completa de escape en acero inoxidable, con colectores independientes 4-2-1 y un silencioso trasero ANSA de doble salida. La diferencia con el escape de serie es notable, mejor aceleración y respuesta tanto en medios como en altos. Para dejarlo redondo, lleva también un filtro de aire K&N de mayor caudal y el catalizador eliminado. Es una forma ideal de mejorar el motor sin perder fiabilidad.
Es un coche muy utilizable en el tráfico actual. Lógicamente lejos de la comodidad de un coche moderno, pero mucho más agradable de conducir, nervioso y muy ágil gracias a su bajo eso y a su tracción trasera.
El interior es cómodo, no especialmente amplio, pero sí suficiente para dos personas y equipaje. La piel de color crema que monta esta unidad era opcional a partir de 1979, y las maderas de este coche fueron sustituidas en algún momento por unas de raíz de nogal que le dan un toque de distinción superior a las laminadas originales. Los asientos son muy agradables pero carecen de sujeción lateral, lo que hace que en curvas el pasajero se tenga que agarrar de lo lindo.


Las llantas de 13 pulgadas con neumáticos 185 le restan un poco de agilidad si lo comparamos con las 165 pero a cambio mejoran tanto la estética, como el agarre. Son el polo opuesto a la tendencia actual de llanta enorme con perfil ultrabajo. En resumen, un verdadero clásico con la fiabilidad de un coche moderno y unos costes de mantenimiento tan asequibles que te puedes gastar lo que te ahorras en taller en recorrer España entera, ¿no compensa?