Ya sabemos que el uso que se le da a una moto es muchas veces incongruente con el uso de estos aparatos, a nadie se le ocurriría ir por su carretera de curvas favorita con el “cruise control” activado, pero en un viaje largo es inevitable acabar pasando por el aro de las autopistas, al menos si tenemos que llegar en un tiempo razonable a un destino lejano, y tal como están las cosas, un sistema así nos puede evitar muchas “recetas”.

De momento, solo BMW en algunos modelos, Harley Davidson en la Electra Glide y Honda en la GoldWing 1500 y 1800 montan control de crucero, y lo hacen en su versión más avanzada con complejos sistemas que controlan la apertura del gas, el régimen del motor y la velocidad a través de los sensores de la propia moto. Cuando circula en llano mantiene la apertura del gas, pero si hay una cuesta acelera o corta gas para mantener la velocidad, algo que sistemas más sencillos no hacen.

En Estados Unidos nos llevan bastante ventaja en estos sistemas, algo lógico conociendo la obsesión por no pasar de 55 Mph. y como se las gasta allí la policía. No sería el primer periodista que acaba entre rejas probando una moto, y si no que se lo recuerden a Augusto Moreno de Motociclismo, que acabó esposado probando la ZZR 1100 en USA. ¿No había otro país para probarla, Augusto?

Vamos a hacer un pequeño repaso a los sistemas más conocidos, y para poder opinar en condiciones hemos comprado varios equipos, aunque por presupuesto, no están todos los que hay.

Vamos a comenzar por lo más sencillo, una simple abrazadera de plástico que se ajusta en el puño del gas y que permite mantenerlo en posición con la palma de la mano o la muñeca.

 No permite quitar separar la mano del manillar, pero al menos sí descansar un poco los dedos.

Su mayor ventaja, el precio, (ronda los 10 euros) y por descontado la facilidad de montaje.

http://www.throttlerocker.com/

Es uno de los sistemas más conocidos. Se trata de un contrapeso de manillar que al girarlo presiona el puño de gas y lo endurece lo justo para que no retroceda por la fuerza del muelle, pero siempre permite cortar gas con la mano.

Es muy cómodo en tramos de autopista al poder descansar la mano derecha y el precio no es tan elevado como los sistemas electrónicos. Como contra solo bloquea el gas, no acelera al llegar a una cuesta arriba como haría un sistema electrónico.

No hay importador en España, pero desde la fábrica se envían kits a todo el mundo sin problemas. La presentación es muy sencilla y las instrucciones solo están disponibles en inglés, pero la calidad del mecanizado de las piezas es muy buena y la construcción es entera en acero inoxidable. Viene con todo lo necesario para extraer los contrapesos originales e instalar el nuevo.

Para analizarlos a fondo pedimos 2 sistemas completos, uno para la Yamaha FJR 1300  y otro para la Honda ST 1300 ABS, en diferentes versiones, standard y pesado.

En las fotos se aprecia claramente la diferencia entre ellos, en marcha es casi inapreciable.

El precio depende del modelo y del tipo (hay versiones standard y pesado, en acabado acero, negro mate y pulido) y ronda los 150 euros.

Una vez montado, el funcionamiento es sencillo:

Se gira el contrapeso en el sentido del puño del gas, y el puño se endurece manteniendo la velocidad.

Al girarlo en sentido contrario, el puño queda libre y retrocede como en la moto de serie.

Las instrucciones son completas pero no tan claras como sería deseable. Al igual que los contrapesos, son específicas para cada modelo y vienen en una hoja con fotos en blanco y negro. Se echa en falta algún paso más para aclarar algunas dudas, pero tras repasar pieza por pieza, el montaje no es complicado, realmente tardé más en hacer las fotos que en instalarlo.

Mi mayor miedo, el peligro de que se pudiese quedar el puño bloqueado, parece bastante difícil ya que incluso apretando a lo bestia el sistema no logré bloquear por completo el puño en ninguno de los dos sistemas ensayados y con la mano lo podemos cerrar sin problemas. El funcionamiento del sistema evita que esto pueda pasar, en realidad solo hace que el puño de gas roce con el contrapeso.

Es el sistema más complejo y caro, pero sin duda el más avanzado. Necesita varias horas de mano de obra para su instalación y una vez montado funciona con un pulsador en el manillar al igual que los sistemas de fábrica y el funcionamiento es idéntico.

Dispone de varios sistemas de seguridad para evitar que un fallo pueda provocar un bloqueo imprevisto del acelerador, de hecho si el sistema deja de funciona o detecta un fallo, el resultado que la moto se queda sin control de crucero, solo con los mandos manuales.

Su mayor inconveniente es su precio, dependiendo del modelo ronda los 400/500 €, pero sin duda es el sistema más avanzado de los tres.

Hay distribuidor en España y están en proceso de traducción de las instrucciones, de momento solo disponibles en Inglés, algo delicado ya que la instalación es compleja y requiere de un taller cualificado, no es un sistema que se pueda instalar de cualquier manera, requiere de un buen conocimiento de la moto y del propio aparato.

Los sensores se instalan en la rueda trasera y detectan el movimiento de esta por unos imanes colocados en los tornillos del disco.

No he probado este sistema, pero en la propia página del fabricante se pueden ver opiniones de usuarios, entre ellos un español que lo ha montado en una FJR 1300 y habla maravilas. Si lee este reportaje, le invito a ponerse en contacto con nosotros para verlo en vivo.