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Desde luego BMW ha roto los esquemas a mucha gente sacando a la calle una bestia como la K 1200 R.
Hasta la fecha hablar de BMW era, salvo excepciones, hablar de motos tranquilas, para hacer turismo o simplemente para gente sin aspiraciones deportivas.
Algo comenzó a cambiar con la aparición de la R 1100 S, pero el salto que ha dado la marca con la K 1200 R es sin duda espectacular.
Esta vez BMW no se ha andado por las ramas y ha pasado a utilizar toda la artillería disponible para hacer frente a la competencia nipona o italiana, léase Kawasaki Z 1000, Yamaha FZS 1000 o por que no, la exclusiva MV Agusta Brutale.
La ya conocida fórmula de fabricación modular (distintas motos creadas sobre la misma base mecánica) hace que la K 1200 R sea básicamente una 1200 S a la que se ha quitado el carenado y cambiado la postura de conducción con un manillar plano bastante cerrado de puntas, pero los cambios son mucho más profundos de lo que parece y realmente es una moto completamente diferente.
La gestión electrónica del motor ha cambiado, siendo claramente más elástico que la versión carenada y si a esto unimos el desarrollo más corto de esta versión podemos imaginar el resultado.
El sonido que emite al subir de 5.000 rpm. es simplemente alucinante. Por debajo de estas revoluciones se escucha un silbido proveniente de la cadena de distribución, algo similar a aquellas Yamaha XJ 650 de los ´80 y que también recuerda a las antiguas K 100.
Por encima de este régimen simplemente explota, de manera muy lineal y progresiva, pero con un empuje espectacular, muy similar por ejemplo a una Honda CBR 1100 XX y superior, al menos en sensaciones al de su hermana la K 1200 S.
La postura de conducción sorprende por lo adelantado que va el piloto, da la sensación de ir justo encima de la rueda delantera, algo que cuando observamos la moto desde el lateral vemos que no es cierto, pero cuando estás encima de la moto parece que puedas morder la rueda delantera.
Es una moto muy larga, la distancia entre ejes es enorme y esto hace que la conducción en zonas muy reviradas sea trabajosa y haya que aplicarse a fondo sobre el manillar y la cadera para que la moto entre en las paellas más cerradas, nada que ver con sus hermanas las R 1200, claramente mucho más ágiles que ella.
Otra cosa es cuando la carretera se abre un poco. El aplomo de la moto es increíble y afortunadamente los frenos detienen la moto sin ningún problema incluso a velocidades nada legales. El ABS solo entra cuando lo buscas y no molesta en ningún momento ni en conducción agresiva. Eso sí, el sistema de freno dual puede no ser del gusto de todo el mundo al pasar frenada al freno trasero al apretar la maneta.
La moto de la prueba llevaba montado el sistema ESA de suspensión regulable electrónicamente y os puedo garantizar que no es un juego de marketing, realmente funciona. Incluso en parado se aprecia claramente cuando se pasa de la posición "confort" a la "sport" al cambiar la altura de la moto.
El sistema permite escoger con la moto en parado y el motor en marcha entre varias opciones: Conductor solo, conductor con equipaje y conductor y pasajero, y una vez en marcha en cualquiera de estas opciones podemos además elegir tres modos de conducción: "confort", "normal" y "sport".
La diferencia de conducción entre las posiciones más extremas es notable, al seleccionar "sport" la moto se vuelve más dura, más rígida y claramente más apropiada para una conducción rápida, y desde luego, por motor y chasis se puede ir MUY deprisa, solo necesitas una carretera como la de la foto y ganas de pasarlo bien.
¿Cuando habíamos visto un balón semejante en una BMW?
Nada menos que un 190, y por supuesto con cárdan, nada de incómodas cadenas que se gastan y necesitan engrase.
Debido a ello no es una moto especialmente ligera, sobre todo si se compara con la nueva hornada de RR´s, pero en ningún momento llegan a molestar los kilos.
Mi agradecimiento al concesionario BMW Control 94
por la cesión de la moto de pruebas.
CONTROL 94.
Avda.
de Roma 159. Barcelona
Telf: 902 888 074
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