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Prueba BMW 1200 S en Calafat.
Con motivo de la presentación mundial de su nueva moto, BMW Ibérica organizó una serie de pruebas en circuito para que la gente pudiese probar la nueva máquina.
Como ya es habitual en BMW, la organización fue ejemplar, poca gente, turnos bien repartidos y sobre todo un plantel de más de 20 motos nuevecitas a disposición de los pobres mortales que como yo estábamos dejando el circuito lleno de babas.
La prueba consistió en dos tandas de 20 minutos largos al circuito de Calafat, repartidos en tres niveles diferentes según la experiencia de cada uno. Los monitores permitieron llevar un ritmo muy alegre sin correr riesgos en ningún momento, lo que permitió que no hubiese el más mínimo incidente durante toda la prueba.
En la recta de meta colocaron una serie de conos para evitar que la gente se lanzara a probar velocidad máxima y de paso para crear un slalom para comprobar la agilidad de la moto, que pese a los dos kilómetros que tiene entre ejes, es formidable.
La verdad es que lo más destacable de la moto es la suspensión, entre la potencia de frenado y el nulo hundimiento permite frenar a muerte y hacer la chicane de Calafat con los frenos accionados sin rechistar. El motor es muy potente, al nivel de una Honda XX, quizás algo menos de estirada arriba. No es tan radical como una R1 o una GSX R 1000, pero hay que recordar que no son estas motos las que están en el punto de mira de esta BMW, sino más bien las XX, ZZR 1200 o Hayabusas.
La moto permite tumbar bastante, aunque las estriberas tocan rápido en el suelo por culpa de los avisadores y es conveniente descolgar el cuerpo para no rozar tanto.
La verdad es que la próxima vez procuraré llevar un mono de cuero en lugar de cordura negra, en las fotos se ve fatal. Lástima que en la pelea de mi mono con mis michelines hayan ganado los últimos, snif...
¿Cuando hay más pruebas???
Gracias a la gente de BMW por el estupendo día que no hicieron pasar. Sinceramente: un 10.