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¿El resultado? ¡Da miedo! Solo hay
que enroscar la muñeca derecha para recibir una tremenda coz en el trasero que
hace que la moto salga disparada hacia delante, o de costado si el asfalto no es
muy bueno.
Esto no es una Harley al uso, es un verdadero tiro capaz de plantarse
muy por encima de los 200 por hora a la salida de un peaje, y todo ello con un
sonido único.
Será el cuello del que conduce el que marque los límites, no es
fácil aguantar el empuje del aire a lata velocidad, y no solo en el cuello,
también las piernas tienden a abrirse más de lo deseado por encima de 150 Km/h.
Realmente es un excelente sustituto de un gimnasio… |