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Cintas.
Cuando pintamos, sea una moto o cualquier cosa, a veces tenemos que pintar la pieza entera, pero a veces hay zonas que no tenemos que pintar. Para evitar que la pintura caiga en estas zonas es necesario taparlas, y la mejor forma es usando una cinta adhesiva pegada a la pieza, que retiraremos una vez seca la pintura.
Las cintas más usadas son las de papel, la típica cinta de pintor amarilla de toda la vida. Sirve para tapar piezas, pero tiene el problema de que los cantos no son completamente rectos y deja un borde irregular y feo al quitarla.
Para delimitar una zona, hay otras cintas de plástico que dejan el borde nítido y mucho mejor acabado, además son flexibles y se pueden hacer curvas con ellas. Se pueden encontrar en casi cualquier ferretería.
También hay otro tipo de cinta de papel que viene ya con un plástico transparente para tapar piezas grandes. Cuando tapemos una parte de una pieza, hay que vigilar bien que no nos dejemos huecos por donde se puede colar la pintura. Cuando se pinta a pistola, la nube de pintura que se forma entra por cualquier rendija, incluso por la parte de atrás de las piezas. Un periódico es muy útil y barato para tapar la parte posterior.
Cuando compremos cintas, ojo donde las guardamos y como. Los cantos de la cinta son adhesivos, y atraen cualquier impureza que se le acerque, dejando después toda la porquería en la moto cuando la pintamos, sobre todo los pelos, que marcarán los bordes al quitar la cinta.