La ruta.
Para llegar al Valle de Aosta es necesario cruzar media Francia. La ruta más directa sería por la autopista A9 hasta Orange, después por Lyon, Ginebra, Chamonix, y por el túnel del Mont Blanc se sale a la localidad de Cormayeur, ya a 40 Km. de Aosta.
Para evitar la paliza de hacer todo el viaje de una sentada y para disfrutar de las carreteras de los Alpes Franceses preferimos salir de la autopista en Nimes e ir por carreteras comarcales por Orange, Valence, Annecy y entrar en Italia desde Suiza bordeando el lago Le Mans para entrar en Aosta por el norte desde el Paso del Gran San Bernardo.
Esta ruta son unos 1.000 Km. aproximadamente, por lo que es recomendable hacerlo en dos etapas, y para hacer noche la mejor opción es buscar alojamiento en Francia ya que en Suiza es mucho más caro. Ojo con las indicaciones de las carreteras, en Francia señalizan las nacionales en color verde y las autopistas en color azul, justo al contrario que en Suiza, donde además es necesario pagar unos 30 euros por la pegatina de acceso a las autopistas. Ojo con las confusiones. Es imprescindible llevar un mapa de Francia y uno del Valle de Aosta, por lo poco que cuestan son una ayuda indispensable, incluso si como en nuestro caso lleváis un navegador en la moto. El navegador evita las confusiones y te lleva siempre por el sitio correcto, pero nunca te da toda la información que te da un buen mapa.
Para el viaje de vuelta escogimos la ruta que va desde Aosta a Torino por autopista (unos 11 euros) y después por las preciosas nacionales que recorren los Alpes franceses pasando por las localidades de Briançon, Gap, y hasta Orange por Nyons. Esta ruta es preciosa y no tiene demasiado tráfico.
En nuestro caso volvimos por autopista desde Nimes en el día, pero es preferible hacerlo en dos etapas ya que al final del viaje el cansancio acumulado ya se nota y se hace realmente pesado.
Esta autopista en verano tiene un tráfico tremendo, y sobre todo es conveniente evitar la A8 que va por la costa ya que las retenciones son constantes por el tráfico que va hacia España y Marruecos y el de la propia Costa Azul.
La gasolina en Italia es cara, muy cara. En Francia anda ya casi por los mismo precios, y siempre que sea posible es recomendable llenar el depósito en Suiza ya que es mucho más barata. A casi un euro y medio por litro, hay que mirar mucho donde se reposta, los precios varían mucho de un sitio a otro. Las gasolineras de los centros comerciales suelen ser las más baratas con diferencia.